Al igual que sucede para las causas del burnout, en este caso tampoco podemos meter a todo el mundo en el mismo saco. Lo cierto es que existen diferentes tipos de burnout. El burnout se manifiesta de manera diferente según cada persona. Si así lo deseas, puedes averiguar qué tipo de burnout estás sufriendo con la ayuda de las descripciones que detallamos a continuación.

Tipos de burnout: el empleado abnegado

Uno de los tipos de burnout más conocidos es el que también se conoce por el del empleado abnegado (Iacovides, Fountoulakis, Kaprinis y Kaprinis, 2003). Dentro del marco de este tipo de burnout, podemos observar que dicha persona empieza a trabajar mucho para poder hacer frente a todo lo que surja. Esto está relacionado con frecuencia a un retraso en la ejecución de las tareas del trabajo que ese empleado abnegado resolve trabajando con más ahínco. Si consideras que perteneces a esta categoría de burnout, esto quiere decir que tienes dificultades con la manera que eliges para afrontar las situaciones así como para establecer unos límites. El caso es que no puedes seguir siendo tan eficaz cuando estás sufriendo burnout. Si entonces decides trabajar aún más duro, esto va a resultar ser aún menos útil, por no decir completamente inútil, y esto debido a que a penas vas a poder avanzar. Además, este tipo de personas son incapaces de decir que no. A partir de entonces, a pesar de que tengan demasiado trabajo pendiente, y porque son incapaces de decepcionar a los demás, van a seguir aceptando aún más carga de obligaciones. Hace un tiempo podías conseguirlo, pero ya no te va a ser posible. Si sufres un burnout de este tipo, poco a poco vas a poder observar que estás empezando a agotarte y consumirte. Estás cada vez más fatigado y agotado. A pesar de que probablemente ya te hayas percatado de que tienes que plantearte hacer algunos cambios a este comportamiento, vas a seguir presionándote sin parar. Si tras haber sufrido un burnout no tomas la decisión de cambiar estos hábitos, con este tipo de burnout son muchas las probabilidades de que tengas una recaída.

Tipos de burnout: el empleado 'excesivamente implicado'

La segunda categoría de los tipos de burnout es la del empleado 'excesivamente implicado' (Iacovides, Fountoulakis, Kaprinis y Kaprinis, 2003). Si te encuentras en esta categoría de burnout, lo más probable es que te dediques completamente y exclusivamente a tu trabajo, ya que esto te va a aportar una satisfacción al más alto nivel. Las víctimas de este tipo de burnout tienen tendencia a volcarse completamente en su trabajo debido a que no suelen encontrar la misma satisfacción en otras actividades fuera de trabajo. Si tienes este tipo de burnout, son muchas las probabilidades de que intentes complacer a todo el mundo. Con frecuencia esto se basa en ciertos valores vigentes en generaciones pasadas, en las que lo habitual era decir sí a todo lo que los demás nos exigían. Era de mala educación rechazar una proposición o negarse a hacer lo que se te pedía. Cuando dejamos que se nos acumule cada vez más el trabajo, podemos empezar a observar que, al cabo de cierto tiempo, esto va a hacer que la situación vaya demasiado lejos y que en poco tiempo ya va a ser absolutamente imposible satisfacer a todas las demandas. Las personas que pertenecen a esta categoría entre los diferentes tipos de burnout encuentran esto muy desagradable, porque para ellas esto es símbolo de que no han podido cumplir sus promesas de compromiso. Entonces es cuando se sienten extremadamente culpables, insatisfechas y a menudo muy decepcionadas con ellas mismas.

Tipos de burnout: el empleado autoritario

El empleado autoritario es la última categoría entre los tipos de burnout (Iacovides, Fountoulakis, Kaprinis y Kaprinis, 2003). Si sufres este tipo de burnout, entonces tienes la impresión de que nadie puede llevar a cabo las tareas tan bien como tú (Iacovides, Fountoulakis, Kaprinis y Kaprinis, 2003). Estas personas no son capaces de delegar el trabajo a nadie y prefieren hacerlo siempre todos ellas mismas. Sólo de esta forma se sienten seguras de que todo va a estar bien hecho. Además de que las personas que sufren esta categoría entre los tipos de burnout lo quieren hacer todo ellos solos, también suelen ser perfeccionistas. Esto significa que no sólo lo hacen todo ellos solos, sino que también harán todo lo posible para garantizar que todo sea perfecto en todos los sentidos. Son del tipo de persona que verifica todo tres veces y no se quedan satisfechas con un resultado mediocre. Una y cada una de las partes de las tareas que tienen que llevar a cabo tienen que ser de primera calidad. En determinadas situaciones, esto puede ser muy valioso pero esto no es válido para todas las situaciones. Si perteneces a esta categoría dentro de los tipos de burnout, es imprescindible aprender a hacer la diferencia entre cuándo es realmente útil ser perfeccionista y cuándo de por culpa esta actitud perfeccionista vas a acabar encontrándote frente a una situación comprometida en tu trabajo. En realidad, este perfeccionismo a menudo te va a impedir poder dar por terminadas un gran número de tareas, por lo que con frecuencia esta insatisfacción probablemente dé lugar a que aparezca el estrés y posiblemente también la depresión.