El trastorno obsesivo-compulsivo, también denominado TOC, es una variante de la ansiedad que ve cómo la persona afectada padece pensamientos repetitivos y/o conductas obsesivas recurrentes. Considera que estos pensamientos y estas conductas son molestos e incluso inútiles pero sin embargo no puede evitar tenerlos. No consigue librarse de ellos. A pesar de que sabe que estos pensamientos y conductas son inapropiados, no consigue deshacerse de ellos. El mero hecho de padecer y de llevar a cabo estos pensamientos y conductas puede provocarle un serio sufrimiento y sensación de ansiedad.
Para poder dar un diagnóstico de trastorno obsesivo-compulsivo, según el DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana) se deben cumplir los siguientes criterios:
Cuando nos referimos a conductas obsesivas, lo identificamos como conductas que tienen que llevarse a cabo a cada vez exactamente de la misma forma. Estas conductas se repiten de manera recurrente. Por ejemplo, el número de veces o la manera en la que usted se lava las manos después de ir al baño. Si se cumplen los siguientes requisitos, podemos hablar de conductas obsesivas:
Los pensamientos obsesivos son pensamientos que se repiten constantemente bajo la forma de una idea, de un impulso o de una representación. La gente suele intentar reprimir estos pensamientos pensando en otra cosa o haciendo algo distinto. Usted sabe que es usted mismo el que ha creado estos pensamientos y que no se los han sugerido.
También podemos hablar de pensamientos obsesivos, también denominadas obsesiones, si se cumplen los siguientes requisitos:
En regla general, los pensamientos y/o conductas obsesivos se refieren a los temas siguientes:
Podemos distinguir tres tipos de trastorno obsesivo-compulsivo en función de si tenemos o no pensamientos obsesivos y/o comportamientos obsesivos :
El último tipo de trastorno obsesivo-compulsivo es el que se manifiesta más a menudo ya que los pensamientos obsesivos conducen a menudo a conductas obsesivas.
Al igual que las otras variantes de la ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo tiene un gran impacto sobre su felicidad y sobre su vida. Un trastorno obsesivo-compulsivo tiene sobre todo una gran influencia sobre las interrelaciones sociales, interrelaciones personales e interrelaciones encaminadas a la prestación. Debido a la repetición constante de pensamientos y de conductas, la persona afectada probablemente desaprovechará cosas agradables, no podrá seguir unos estudios e incluso evitará situaciones puesto que sabe que estas van a desencadenar sus conductas y pensamientos obsesivo-compulsivos. Al cabo de cierto tiempo, esto puede tener un impacto importante y eventualmente conducir a síntomas de depresión.
El trastorno obsesivo-compulsivo puede también tener consecuencias sobre las personas las personas de su entorno. A veces, esos pensamientos y esas conductas llegan a exigir mucho de parte de estas personas de su entorno ya que se ven implicadas inevitablemente en estas conductas.
A veces, el trastorno obsesivo-compulsivo puede estar acompañado también de otras enfermedades mentales y físicas. Algunos ejemplos de tipos de trastornos que están relacionados con trastorno obsesivo-compulsivo son los siguientes:
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